En bares y redes sociales


Eran las 5 de la tarde de un viernes cuando un grupo de 5 jóvenes salió a tocar en el bar La Estación del Expreso en Chapinero. Cuando miraron hacia adelante notaron que solo había dos personas viéndolos: los papás de dos de ellos. El resto de la gente, unos 10 o 15, más o menos, miraban para otro lado. Así recuerda Daniel Moreno, vocalista de la banda local Piel Camaleón, su primer toque en vivo en su ciudad, Bogotá.

El concierto del que habla Moreno fue su primera experiencia mostrando la música de su banda en vivo. Pero no solo eran los conciertos, en sus inicios todavía estaban en la búsqueda de cuál era la música que los identificaba. Comenzaron con tintes de rock latino, para luego, con su primer disco, Astropófago, empezar a incorporar el sonido que los ha definido como banda: música electrónica mezclada con pop, lo que tocan hoy en día.

Su música fue justamente lo que hizo que se hicieran más reconocidos, al menos eso dicen ellos mismos. “Pong, nuestro segundo álbum, se movió muy bien. Creo que ahí la gente quería como escuchar cosas nuevas y nos empeñamos todo el año de la pandemia en botar nueva información”, señala Moreno.

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Así como la banda Piel Camaleón existen decenas de bandas locales, y artistas, que desde antes de la pandemia se han esforzado por crear música, vivir de eso y ser reconocidos por ello. Sus inicios no han sido del todo fáciles, pero las redes sociales resultaron ser un gran impulso para su crecimiento y visibilidad en el mundo musical aun durante el encierro. Desde su experiencia, este fue el primer paso para llegar a una plataforma tan importante como lo es el Festival Estéreo Picnic, que se reanudó en el 2022.

Para definir a los artistas locales, Juan Antonio Carulla, melómano especialista en música nacional, más conocido en redes como ‘El Enemigo’, habla de “jóvenes universitarios que por pasión e interés arman su proyecto y su banda y a punta de conciertos en bares van formando su audiencia.”

El periodista musical y locutor, Luis Carlos Guerrero, señala que el inicio de un artista o banda local es un proceso que tiene dos partes fundamentales: la exploración y la identidad. “Es en el camino que van entendiendo qué es lo que deben hacer, lo que les gusta y les funciona. El proceso de exploración es el de probar y errar, de ser súper conscientes y consistentes con el ensayo, con la composición y con estar tocando puertas constantemente. La segunda parte es la identidad y se trata de identificar cuál es el sonido que traen para cada espacio, radio, tarima, etc.”

Algo parecido a lo de Piel Camaleón le pasó a Armenia, otra banda local bogotana. Empezaron en 2019 y con tan solo 3 canciones publicadas, tuvieron la suerte de que todas gustaron. Al menos eso es lo que demostraban los números que subían diariamente en sus reproducciones en Spotify y Youtube. Fue tanto el éxito de su sonido que fueron contactados por la principal empresa encargada de los festivales musicales en Colombia.

Para Guerrero también hay un paso a paso en los escenarios que van pisando los artistas locales. Al respecto, explica que “son muchos los ejemplos de bandas que su primer escenario ha sido la sala de ensayo, donde empieza a reunirse el parche de amigos y dicen: esto gusta”.

Para hablar de otros escenarios donde la música nueva de los artistas locales puede ser escuchada, Guerrero menciona a Rock al Parque y al Festival Estéreo Picnic. “Rock al Parque desde 1997 abrió la posibilidad de convocar bandas distritales. Y escalando un poco el nivel, espacios como el Estéreo Picnic, un lugar en el que tienen un espacio para que esos sonidos se den a conocer a muchas más generaciones”.

En el caso del Festival Estéreo Picnic, quienes hacen todo el proceso de convocatoria de artistas son los bookers, empleados encargados de seleccionar y agendar las presentaciones de la empresa Páramo Presenta. Páramo es una compañía promotora de festivales musicales, conciertos y eventos tan importantes como el Festival Estéreo Picnic (FEP) y Baum Festival. Además, sus eventos buscan llegar a múltiples audiencias y establecer una conexión con las personas a través de los eventos.

Precisamente en ese camino estuvo Armenia. “Desde Páramo nos invitaron a tocar en ese Estéreo Picnic que se iba a hacer en 2020 y obviamente la gente en Twitter preguntaba por qué nos llamaron a nosotros que teníamos tan poquita música. Yo me lo tomé como un reto y al mes saqué un disco de 10 canciones”, menciona Juan Toro, vocalista de Armenia.

“Yo dije: ‘Ya tenemos qué tocar en el festival’. Nosotros íbamos a llegar muy crudos a esa edición, la pandemia nos benefició mucho para tener los pies sobre la tierra y entender qué es lo realmente importante”, agrega Juan Toro al recordar su trayectoria antes del FEP del 2022.

Frente a este tipo de crecimiento de algunos artistas, Guerrero explica que se trata de una cuestión de saber moverse en el campo. “Unas bandas tardan menos que otras en pegar en radio o en darse a conocer en las plataformas digitales porque tienen ya una idea clara de lo que hacen en el género que tocan y también saben lo necesario de prestarse para grabar una canción que, aunque no sea la favorita o que no sea la que más les gusta, pueda servir en una plataforma o en una emisora”, agrega.

Mientras tanto, Daniel Moreno, vocalista de Piel Camaleón comenta que con la banda hicieron la tarea y todo el proceso que hacen casi todos los artistas locales para llegar al FEP. “Pasar por el Festival Hermoso Ruido y entrar un poco en el radar de Páramo, que son los que organizan el festival, porque uno no aplica para ir al Estéreo Picnic, es un festival que tiene sus bookers para seleccionar a sus bandas”, dice.

Cuando se anunció el cartel completo del FEP 2020, Piel Camaleón hacía parte de la cuarta tarima. “Al principio eran solo tres tarimas, pero en el 2020 sacaron una cuarta y nosotros íbamos a tocar ahí. Nos avisaron como una o dos semanas antes”, cuenta Moreno. Sin embargo, tan pronto como lo anunciaron, llegó la pandemia y se canceló todo el festival.

Entonces, como asegura Martín Otálvaro, guitarrista de Piel Camaleón, a ellos también la pandemia los favoreció, particularmente para centrarse en sacar música. “Estuvimos muy concentrados, tratamos de sacar vainas creativas, aprovechamos mucho las redes sociales, empezamos a crear dinámicas para tener a la gente más cerca, hicimos conciertos virtuales y a finales de ese año, cuando salió el nuevo disco, nuestra música ya tuvo mayor reconocimiento”, dice Otálvaro.

“Creo que fue un buen momento también porque para el FEP del 2020 teníamos muchas canciones todavía por sacar y ya para el 2022 pudimos sacar el disco, tuvimos el reconocimiento del que estábamos hablando, sentimos que fue el momento perfecto, nos cuadró muy bien toda esta historia con nuestra presentación del Estéreo Picnic en el 2022”, cuenta Moreno.

Juan Toro, el vocalista de Armenia, comenta que gran parte de su crecimiento se ha dado gracias a la constancia en redes sociales. Un punto clave en el que coinciden ambas bandas. “Yo trato de mirar y contestar cada comentario que nos dejan, en Twitter siempre estoy pendiente de cada mención y al menos trato de darle like, tratar a la gente de una forma más cercana ayuda mucho”, menciona Toro.

Para Carulla, uno los factores más importantes para que una banda se dé a conocer son las redes sociales. “Ahí, tu como artista puedes hacer mucho si sabes cómo usarlas a tu favor. Conseguir más audiencia, atención, una comunicación constante para hacerte notar, hacer que tu música llegue a los medios de comunicación, hacer que llegue a más gente, que llegue a otros artistas, son una herramienta muy poderosa para un artista emergente” anota Carulla.

La pandemia también cumplió un papel muy importante en el crecimiento de Armenia, pues por iniciativa propia, comenzaron a hacer lives desde su cuenta de Instagram y esto les permitió fidelizar a su público. “Comencé haciendo lives para 10 o 12 personas, cuando ya se estaba terminando la pandemia llegamos a tener casi a 50 personas conectadas, mucha gente se empezó a dar cuenta de lo que estábamos haciendo y hasta las marcas quisieron trabajar con nosotros, eso fue lo que nos ayudó a crecer”, cuenta el vocalista de Armenia.

Como Toro asegura, eso fue lo que hizo que la banda se diera a conocer. “A mí siempre me ha gustado mucho la comedia y hacer chistes, creo que eso me ayudó mucho en los lives y ahí encontré una forma de comunicarme con los fans”, afirma el vocalista de Armenia.

Fidelizar a su público no solo les ayudó a crecer en redes sociales sino también a contar con el apoyo de una ‘agregadora’, es decir, una empresa que se encarga de armar eventos y de fichar artistas. “Páramo llega a las bandas porque a través de sus promotores están viendo y estudiando qué es lo que está sucediendo en el ecosistema musical, hacen una curaduría en Spotify y en redes. Esa también es la importancia de no lanzar música por lanzarla sino hacer un plan”, dice Toro.

Al parecer la pandemia se convierte en uno de los factores comunes que han influido en el crecimiento de las bandas emergentes, pues este también es el caso de Paula Pedraza, más conocida como Paula Pera. Ella es una cantante y compositora bogotana que a pesar de que ha dedicado toda su vida a la música, también se dejó llevar por la producción de eventos y el management antes de volver a tener esperanza con triunfar como artista en la escena musical.

“Paula Pera nació en la pandemia después de ir a un crucero a cantar y a estar muy encerrada. Ahí fue cuando empecé a componer un montón. De la nada tenía muchas ideas y las fui sacando sin ninguna pretensión. Eventualmente se volvió mi pasión, me sentía súper plena al conectarme otra vez con la música”, cuenta la compositora.

Desarrollar un proyecto musical implica mucha dedicación y disciplina, según comenta ella misma. Todo eso hace parte del día a día de los artistas. “Desde ese momento no dejé de trabajar en la música, saqué sesiones en vivo, luego un sencillo, luego un videoclip y después saqué una colaboración con Esteman, que ya tiene una visibilidad mucho más grande y él también me ayudó”, agrega Paula Pera.

“Después compuse una canción y se la mostré a él, le encantó y la metió en su álbum. Esto claramente me llevó a otro nivel, fueron un par de movidas circunstanciales, pero también fue producto de mucho trabajo, yo siento que eso también me ayudó a llegar al Picnic”, explica Pera sobre su trayectoria.

Para Paula Pera, estar en el ojo público, hacer networking, crear contenido y buscar oportunidades es clave para el crecimiento de un artista. Justo eso mismo es lo que Pedraza destaca del FEP. De acuerdo con la artista, todo lo que se genera alrededor del festival es un antes que los lleva por ese camino. “Siento que ese fue eventualmente el camino que se fue formando hasta llegar al FEP, también estuve en el Festival Hermoso Ruido, una gran tarima y un show de esos para que la gente y los bookers te vean. Ellos quieren ver cómo empezamos a progresar a ver si nos llaman, y así fue”, comenta Paula.

Por eso es que Carulla también explica que no todo puede ser redes sociales, sino que los conciertos hacen parte fundamental del crecimiento de un artista local. “Los seguidores son muy efímeros, no son un fan. Un fanático es el que compra el disco, una camiseta y paga una boleta, ese ya es el público de conciertos”, comenta 'El Enemigo'.

Precisamente teniendo en cuenta a los fanáticos, Carulla afirma que los conciertos son fundamentales. “Un artista tiene que sí o sí hacer conciertos, sea en un bar, en una casa, en un garaje o en un festival gigante. Se trata de lograr mostrarse directamente, con su calidad artística y de intérprete” agrega sobre la música en vivo.

En esa misma línea Guerrero agrega que “los likes y las reproducciones, aunque son importantes, nunca le quitan el poder a la respuesta del público con una banda que está tocando en vivo”. El periodista hace énfasis en el poder de convocatoria como “un gran termómetro” que ayuda a los artistas a saber que están haciendo las cosas bien al vender boletas, llenar estadios o parques.

Tanto piel Camaleón, como Armenia y Paula Pera, son solo una muestra del camino que recorren los artistas locales que empiezan a crecer y a ser reconocidos en el radar nacional. Este es su antes, el momento previo a ser parte de otro punto muy importante y determinante de sus carreras artísticas. Es decir, una tarima más grande, otros requerimientos y nuevas experiencias en lo que para muchos es considerado el “festival de música más importante de Colombia”.