Son las cinco y cuarenta de la tarde y los autos comienzan a entrar. Uno a uno ingresan al lugar que les indican los hombres de logística, que mueven conos naranjas y señalan con las manos hasta que los autos llegan a ocupar gran parte del espacio asignado. A las personas a bordo les toman la temperatura y los datos personales, con termómetros que antes habrían parecido extraños, mientras que desde el parqueadero se van dando instrucciones para disfrutar del show. No es ningún espectáculo al aire abierto, es uno de los autocines que la industria del entretenimiento en Colombia ha impulsado a raíz de la pandemia del covid-19.

Las películas que se proyectan en la gran pantalla exterior no son nuevas. Se retransmiten los estrenos que nunca pudieron disfrutarse como se debían, esas que no llegaron a llenar las salas de cine cuando aún podían llenarse. Ahora es todo lo que hay. Disfrutar las películas desde el auto, con el sonido transmitido a través de las radios y con la comida llevada por meseros especializados en autocines, o más bien en cines en pandemia.
El cine fue de las actividades que se vieron principalmente perjudicadas por la llegada del covid-19. La industria cinematográfica sufrió un revés como ningún otro negocio del mundo, pues su actividad se basa enteramente en la presencialidad. Tras las simultáneas cuarentenas en el mundo, la asistencia a las salas de cine disminuyó de forma abismal. El marco de lo virtual pasó a ser el más importante y la industria del cine y el entretenimiento tuvo que detenerse de súbito, adaptándose a la nueva realidad. Tal como lo indica Tato Ojeda,
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Lo que ha pasado en la industria cinematográfica en el país es un rediseño en el modelo de negocio, de cómo se iba a consumir cine en el país.
Ahora, el aislamiento preventivo obligatorio de hace unos meses pasó a un segundo plano. De vez en cuando vuelven a surgir otras medidas, pero la nueva realidad en medio del virus es ya un hecho. No obstante, aunque ya se ha aprobado desde el Ministerio de Salud la reapertura de las salas de cine, la reducción de ingresos causó graves daños a nivel económico y el miedo por nuevos rebrotes ha alarmado a los gobiernos. La situación de los cines en el país y en el mundo aún sigue siendo incierta, lo cual es lamentable sabiendo que hacía un año el escenario era todo lo contrario.

Con el informe anual sobre el panorama audiovisual que realiza la
EGEDA Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales, Entidad de gestión de derechos que representa y defiende los intereses de los productores audiovisuales en Chile, Colombia, España, Estados Unidos, Ecuador, Perú y Uruguay. EGEDA
se evidencia que la industria del cine tuvo un rendimiento notable en 2019. El año pasado se registró una asistencia de 73,1 millones de personas a los cines en Colombia, lo que generó ingresos por más de US$199 millones. Sin embargo, este año la cinematografía pasó a ser uno de los sectores más afectados por la pandemia y se prevé una gran reducción en los ingresos, además de una asistencia de tan solo 15 millones de personas.
Para saber un poco más acerca del cine y sus retos en época de coronavirus, podrá escuchar un resumen de la situación en este podcast.
En el siguiente multimedia podrá conocer los distintos ámbitos en los que el covid-19 afectó la industria cinematográfica en Colombia, tanto desde la producción como de la distribución de contenido.