Públicado por Plaza Capital el 2 de diciembre de 2020

Con la pandemia surgieron nuevos emprendimientos que si bien, ayudan a aligerar la crisis económica, se convirtieron en una opción ecológica segura que permitía que las personas se pudieran cuidar del virus. Máscaras reutilizables, antibacteriales en sobre y desechables biodegradables, son algunas de las propuestas que surgieron o se reinventaron, en estos últimos meses, como herramientas de prevención personal y defensa del planeta Tierra.

Los tapabocas desechables, los guantes de látex o nitrilo y el resto de elementos de plástico, que se están usando en este momento para protegerse contra el covid-19, no son los únicos insumos que se pueden utilizar. Hay varias alternativas que también garantizan protección ante el virus y, al contrario de los insumos mencionados, fomentan el cuidado al medio ambiente y reducen la contaminación.

A continuación, se presentarán cuatro opciones para cuidarse en la pandemia, reduciendo las afectaciones al planeta Tierra y mitigando el impacto negativo del abuso de estos elementos.

Tapabocas reutilizables

En medio de la pandemia Miriam Buenhombre, una modista dedicada a crear y confeccionar vestidos de gala, tuvo que reinventarse para afrontar la crisis económica por la que su familia y ella estaban pasando. Al notar la escasez de tapabocas desechables y la alta demanda de este producto para protegerse del coronavirus, esta mujer de 70 años se puso en la tarea de diseñar, fabricar y vender tapabocas reutilizables hechos con una tela de material antifluido.

El uso de tapabocas se convirtió en un elemento de primera necesidad. Las políticas de salubridad pública se han encargado de exigir su uso obligatorio al estar en cualquier espacio abierto o cerrado. Sin embargo, como se explicó el uso de máscaras desechables genera contaminación ambiental. Por tal motivo el uso de tapabocas reutilizables es la mejor opción, para las personas que no trabajan en la salud, para protegerse del virus y cuidar al medio ambiente.

Al igual que Miriam, varios emprendedores le apostaron a la confección de este tipo de insumos de protección personal. Además de disminuir la demanda de tapabocas desechables, el uso de estos reutilizables fue una de las mejores alternativas del mercado para frenar la contaminación por residuos sólidos. Y aunque aún las máscaras quirúrgicas son exigidas para el personal de la salud, que el resto de la población use este tipo de alternativas aporta directamente al cuidado del medio ambiente.

Conforme con el CDCCentro para el Control y la Prevención de EnfermedadesCDC por sus sigla en inglés, son una agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos cuya responsabilidad a nivel nacional radica en el desarrollo y la aplicación de acciones para la prevención y control de enfermedades, salud ambiental y la realización de actividades de educación y promoción de la saludno se pide que las personas únicamente protejan sus caras con máscaras desechables; lo que se sugiere es que las cubiertas con que se tapan la nariz y la boca sean de una tela que, efectivamente, proteja del virus y ayude disminuir el contagio entre personas por medio de su saliva o respiración.

Según Gloria Duque, diseñadora textil, en declaraciones a
Colombiacheck,ColombiacheckEs un proyecto de Consejo de Redacción, una organización sin ánimo de lucro, no partidaria, que reúne a más de 100 periodistas asociados en Colombia para promover el periodismo de investigación.el material con que se debe fabricar este tipo de elementos reutilizables debe ser
antifluido,AntifluidoLa tela anti-fluido es una fibra sintética 100% poliéster fabricada a base de derivados del petróleo, lo que le da una serie de características y ventajas por su composición química, que se ha convertido en una herramienta útil en la confección de trajes de protección.es decir, que no sea fácil el acceso de fluidos. Al ser estos tapabocas reutilizables se sugiere que se conserven bajo condiciones de limpieza y almacenamiento adecuados, que impidan que el elemento esté expuesto a virus o gérmenes.

Los tapabocas reutilizables pueden ser una alternativa que permita su uso de manera masiva. De hecho, el Gobierno Nacional, siguiendo los lineamientos de la CDC, permite el uso de tapabocas de tela para la población en general. Conforme con el Ministerio de Salud, un tapabocas reutilizable puede usarse durante todo un día de manera ininterrumpida, siempre y cuando este no se encuentre roto, húmedo o sucio.

Después de siete meses de pandemia, Miriam ha producido alrededor de mil tapabocas, que han sido vendidos por todo el occidente de Bogotá. Cada tapabocas tiene un costo de cuatro mil pesos y la posibilidad de reutilizarlo. Mientras que un tapabocas desechable está costando alrededor de 800 pesos, su uso se limita a una sola postura que no sobrepase las seis horas de uso. Si una persona usa dos tapabocas desechables por día, siete días a la semana, gasta en promedio $11.200. Alguien que compré dos tapabocas reutilizables, como el que Miriam sólo gastaría $8.000 y podría usarlos intercaladamente toda la semana.

La ventaja de este tipo de tapabocas es que no queda limitado a un solo uso, sino que permite su reutilización, cada vez que sea lavado correctamente. Además de reducir los costos en comprar tapabocas desechables, al cambiarse por este tipo de máscaras se disminuye la sobreproducción de estos elementos hospitalarios y la cantidad de desechos producto de la pandemia.

No se puede olvidar que el uso de tapabocas no es un asunto de moda, si no de protección. En los últimos meses, se han evidenciado casos de personas que se prueban tapabocas en la calle y terminan por escoger otros como si fuera una prenda más para medirse; sin contar con los videos que circulan de ciertos vendedores, que empacan este tipo de tapabocas sin ningún tipo de protección, olvidando que esta clase de prácticas es completamente antihigiénica e irresponsable. Lo más recomendable al comprar un tapabocas reutilizable es lavarlo previa y posteriormente a su uso.

Es necesario hacer la salvedad de que usar tapabocas no es la única forma de protección contra el covid-19. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) es imprescindible que el uso de este elemento se combine con el constante lavado de manos y el distanciamiento social.

Antibacterial en sobres

Cuando Ana Torrijos sale de su casa carga un frasco de plástico con gel antibacterial, el cual utiliza a lo largo del día, mientras trabaja como vendedora en un local en el centro de Bogotá. Ana gasta tres envases de 55 ml de antibacterial por mes, cada uno a $4.500. En promedio, en los últimos cinco meses esta mujer ha utilizado 15 frascos plásticos y esto le ha generado un costo de $67.500. En su trabajo hay frascos de antibacterial, pero lo tocan todas las personas que entran y salen del lugar. Por lo que Ana prefiere tener su propio gel.

La mayoría de los envases de plástico, como los que usa Ana diariamente, están hechos de
polietileno,EL Polietileno (PE)Es químicamente el polímero más simple. Es uno de los plásticos más comunes debido a su bajo precio y simplicidad en su fabricación, lo que genera una producción de aproximadamente 80 millones de toneladas anuales en todo el mundo. que además de ser una gran fuente de emisiones de gases de efecto invernadero y generar gases tóxicos que se expanden por la atmósfera, tarde hasta mil años en descomponerse del todo en la naturaleza. Conforme con los recopilados de
Future market Insights,Future market InsightsTienda de investigación de mercado más grande del mundo con clientes en todo el mundo. Ofrece información sobre más de 800 industrias, desde la automoción hasta las telecomunicaciones.el mercado de envases estériles y antivirales crecerá un 5% durante los próximos 10 años. Si Ana y los millones de colombianos no se pasan a nuevos insumos como el vidrio la contaminación de residuos sólidos aumentará aún más.

No obstante, el impacto negativo al medio ambiente puede mermarse a partir de una nueva iniciativa que pasa de las botellas de plástico a sobres personales con gel antibacterial. El sobre trae una dosis única de 1,5 ml de gel, y está diseñado para evitar los múltiples contactos y reemplazar a los envases de plástico que tan demandados se han puesto a partir de las recomendaciones de salubridad.

Según la empresa
Lifestyle PackagingLifestyle PackagingEmpresa especialista en la creación y distribución de envases a nivel global. (una de las primeras promotoras de esta iniciativa), en declaraciones a distintos medios, este nueva forma de presentación del gel antibacterial “ofrece ahorros ambientales y de costo” en comparación con las demás opciones que brinda el mercado con este tipo de elementos. De acuerdo con la empresa, los sobres con gel antibacterial fueron pensados y fabricados con materiales compostables o de base biológica renovable y reciclable. Lo cual de entrada, disminuye el daño al medio ambiente.

Los sobres con gel antibacterial no sólo presentan una alternativa menos negativa a la contaminación, de residuos sólidos producto de la crisis sanitaria; sino que también contribuye a evitar que varias personas toquen una misma botella de plástico y, esto a su vez, reduce la propagación de bacterias y virus. Implementando esta alternativa, tanto Ana como las personas que entren al local, donde ella trabaja, estarán limpiando sus manos sin la necesidad de entrar en contacto con un objeto que ha sido tocado por muchos y es favorable para el medio ambiente.

Productos desechables biodegradables

Desde que llegó el covid-19, a Colombia, Camilo Jaramillo y su familia empezaron a pedir todas sus compras por domicilio para así evitar salir a la calle. Al este hábito, de forma constante, se dieron cuenta que la basura, producto de los domicilios se había incrementado en 50%. “Para prevenirnos del virus, en mi familia preferimos pedir la comida que nos gusta por domicilio, que exponernos a ir a un restaurante o centro comercial donde hay tanto flujo de personas”, cuenta Camilo.

Además, la familia del joven estaba haciendo algunos arreglos en su casa, así que utilizaban productos desechables para ofrecerle comida y atender a los obreros que iban a trabajar. Aunque esta familia recicla sus basuras, en medio de la pandemia fueron conscientes de que el uso permanente de productos desechables no estaba ayudando al medio ambiente. De acuerdo con Camilo si bien su familia ayudó a aumentar la contaminación por residuos sólidos, en las últimas semanas han optado por comprar desechables biodegradables.

Los productos biodegradables son todos aquellos que se descomponen al estar en contacto con el medio ambiente, estos provienen de recursos naturales renovables. En tiempos de pandemia los desechables biodegradables, productos creados con la fécula de maíz,
el bagazo,BagazoEs el residuo del proceso de fabricación del azúcar a partir de la cañade la caña de azúcar, bambú y bagazo de trigo, se han convertido en los mejores aliados de la industria de la comida en tanto cumplen con su función de almacenar alimentos y ser amigables con el ambiente.

Además de reducir las emisiones de CO2 y utilizar la mitad de energía para producirlos (como sí ocurre con los plásticos ordinarios) no son tóxicos y pueden servir de alimento para los animales. Su composición de ingredientes naturales los convierte en materiales tanto biodegradables como
compostables.CompostablesEs su proceso de descomposición se convierte en abono en menos de 12 semanas.

La contaminación por residuos sólidos en la pandemia ha aumentado, sin embargo, al usar este tipo de productos el tiempo de descomposición se reduce. Mientras que un plástico ordinario se tarda de tres siglos en descomponerse, un objeto biodegradable tan sólo se demora tres meses en reintegrarse a la tierra. Aproximadamente, usted podría esperar un trimestre a que la naturaleza descomponga un producto biodegradable como el bambú, o esperar cuatro generacionesGeneraciónUna generación dura en promedio 70 añospara que se degrade un desechable de plástico como un pitillo de plástico

Particularmente, la caña de azúcar se ha convertido en una de las alternativas renovables más usadas en los últimos tiempos para la industria del papel y sus derivados. El proceso de fabricación del bagazo de caña comienza desde su cosecha en el campo y termina en la quema de combustibles fósiles. La pulpa que resulta de la transformación es blanqueada y se usa para la producción de papel para: pitillos, platos, copas salseras, bowls, bolsas de kraft, vasos snacks, contenedores, etc.

La pulpa de papel del bagazo de la caña de azúcar se presenta en el mercado como un excelente material a la hora de prestar un buen servicio a domicilio o a la mesa. Varios restaurantes ya cuentan con utensilios, empaques y demás productos biodegradables que le ofrecen al cliente una buena experiencia y contribuyen con el mejoramiento del medio ambiente.

Los empaques biodegradables no sólo han sido una apuesta del sector privado, sino que la academia también se ha encaminado en estudiar este tipo de desarrollo agroindustrial. Tal es el caso del grupo de investigación Ciencia y Tecnología de Biomoléculas de Interés Agroindustrial (CYTBIA), de la Universidad del Cauca, el cual se enfoca en trabajar con la materia prima derivada del procesamiento de la yuca para fabricar productos biodegradables en el país.