“Desde mi experiencia, la escasez de anticonceptivos es una problemática que ha estado presente durante un buen tiempo, pero, sin duda alguna, la situación ha sido más complicada desde que inició la pandemia. Las inyecciones no se encuentran fácilmente, incluso si las buscas con tus propios recursos”, comenta Valeria Méndez, una joven universitaria, de 20 años, de Bogotá.

Y es que Valeria, al igual que Tatiana y Danna, también han tenido que enfrentar el engorroso trámite de solicitar anticonceptivos ante las entidades promotoras de salud. Según comenta, tuvo inconvenientes incluso antes de que en Colombia se empezaran a tomar medidas para enfrentar el contagio por covid-19: “Yo planificaba con
Femelin Femelin es un anticonceptivo hormonal inyectable de aplicación mensual que, a deferencia de los demás, se encuentra en una suspensión acuosa que facilita la adherencia por ser menos dolorosa su aplicación.
Doctoralia , pero después de realizar una larga fila en mi EPS me dijeron que no había, que estaba agotada. Pregunté si me podían ofrecer alguna inyección similar, pero no me ofrecieron ninguna y no me dieron una solución".

Para el año 2018 el Congreso estableció una ley que regulariza los precios de venta de los anticonceptivos y que incidió en la oferta y demanda de los mismos. De acuerdo con Alejandra Martinez, enfermera especialista en cuidado materno perinatal, este es un antecedente relevante al hablar de escasez. “Esto, generó que las usuarias empezaran a incrementar la compra de anticonceptivos, debido a que se disminuyó el precio de venta, lo que ocasionó un aumento en la demanda de este tipo de métodos y , a su vez, que se agotaran las existencias en las diferentes ciudades del país”.

Tras varios inconvenientes similares en su EPS, Valeria optó por comprar sus anticonceptivos con recursos propios, pues el cambio constante en el inyectable que utilizaba para planificar la hacía sentir insegura y en varias ocasiones los trámites le impedían suplirse de ella a tiempo.“En mi caso el servicio fue muy deficiente. Su respuesta siempre fue: ‘No hay y no podemos hacer nada al respecto’. Entonces, a mí me tocó salir y buscar en las droguerías de la calle la inyección”, señala la joven.

La pandemia por covid-19 fue una situación que llegó de manera inadvertida y que transformó la realidad inmediatamente. El confinamiento fue una de las medidas que se tomaron en varios países, alrededor del mundo, para mitigar la proliferación del virus. Con el confinamiento, también llegaron algunos inconvenientes en el sector laboral, pues varias farmacéuticas vieron afectada la producción y distribución de sus productos.

De hecho, el acceso a anticonceptivos fue una situación que se planteó se vería seriamente afectada por la pandemia y el confinamiento, pues según afirma Daniel Tobón, funcionario de la Federación Internacional de Planificación Familiar
(IPPF)la Federación Internacional de Planificación Familiar es una organización no gubernamental, de ámbito global, que busca promover los derechos sexuales y reproductivos.
IPPFWHR , “en Colombia aproximadamente 226.000 mujeres van a tener una disrupción severa de los anticonceptivos con relación al covid-19”.

Aunque el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos
(Invima)El Invima es la Agencia Regulatoria Nacional, una entidad de vigilancia y control de carácter técnico científico, que trabaja para la protección de la salud individual y colectiva de los colombianos, mediante la aplicación de las normas sanitarias asociadas al consumo y uso de alimentos, medicamentos, dispositivos médicos y otros productos objeto de vigilancia sanitaria.
Invima asevera que no se ha presentado escasez de anticonceptivos. Valeria señala que cuando inició la pandemia se le dificultó encontrar, en varias farmacias, el inyectable que utilizaba. “Fui a diferentes droguerías y la inyección estaba desabastecida. Así que tuve que preguntarle al personal de la droguería por cuál podía reemplazarla y la cambié”, asegura Valeria.

Según menciona Daniel Suárez, ginecólogo de la Clínica
San Rafael La Clínica San Rafael es una institución universitaria prestadora de servicios de salud de IV Nivel de complejidad.
Clínica San Rafael , el cambio frecuente en la marca de anticonceptivos, como pastillas e inyectables, puede llegar a tener consecuencias como un embarazo no deseado debido a la diferencia que pueden tener los componentes de estos fármacos. “Hay muchos anticonceptivos y hay diferentes concentraciones, incluso con los mismos nombres. Cuando se cambia de marca hay que tener muy presente que esta nueva opción debe tener los mismos componentes, en la misma composición” afirma Suárez.

Para Alejandra Martínez, quien ha abordado el tema en el portal
Nueve Meses Nueve Meses es una organización no gubernamental de maternidad, fundada por profesionales en salud y afines de la Universidad Nacional de Colombia.
Nueve Meses , la escasez de anticonceptivos se vio ligada a la influencia que tuvo la pandemia en la fabricación de los mismos. “Diferentes farmacéuticas comenzaron a tener dificultades para conseguir los insumos y la mano de obra, necesarios para cubrir la producción de estos fármacos, por la situación que se estaba presentando en la pandemia, y esto también redujo la oferta de anticonceptivos en el país”.

Al igual que Valeria, Valentina Sánchez, estudiante universitaria de 23 años, también evidenció la escasez de las pastillas Bellaface
Bellaface Bellaface es un anticonceptivo hormonal de administración oral, cuyo mecanismo de acción está determinado por la inhibición de la producción de gonadotrofinas (LH y FSH) y por ende la producción de anovulación.
PLM y
Bellaface Suave Bellaface Suave es un anticonceptivo hormonal de administración oral, cuyo mecanismo de acción está determinado por la inhibición de la producción de gonadotrofinas (LH y FSH) y por ende la producción de anovulación.
PLM , que utiliza para planificar. Sanchez comenta que ante la situación de escasez tuvo que regalarle una caja de pastillas, que había comprado previamente, a su mejor amiga, pues ella no las encontraba en ninguna farmacia.

Estos escenarios, en los que las personas presentan inconvenientes con la oferta de métodos anticonceptivos, como inyectables o pastillas, han sido frecuentes a lo largo del tiempo. Sin embargo, las restricciones en movilidad generadas por el coronavirus acrecentaron la problemática, haciéndola más visible, y más compleja para las personas de bajos recursos.