Nadie es experto en cuanto a relaciones sexuales y la complejidad de buscar el orgasmo con otro cuerpo. A menudo los accidentes ocurren; un choque de dientes en un beso, una lágrima que se escapa durante el sexo oral, o la que nos ha pasado a muchos, la ruptura de un condón. El susto es inmediato: si se es heterosexual normalmente se piensa en un embarazo y corren a la farmacia a comprar la pastilla post-day. Pero, para muchos homosexuales y personas transgénero la realidad es distinta, el miedo viene del virus del VIH.

Como a Daniel, un joven homosexual que un día como cualquier otro salió de fiesta con sus amigos. Conoció a un hombre, con el que había cruzado miradas en fiestas anteriores. El tiempo iba pasando y el trago cada vez enervaba más los cuerpos. Sus amigos al darse cuenta lo incitaron a que le hablará, sin pensar que en ese momento empezaría uno de los momentos más duros de su vida. Daniel, se fue al apartamento de aquel hombre, el calor se intensificó en la habitación y el hecho ocurrió. El condón se rompió, y el hombre lo contagió.

Casos como el de Daniel son muy comunes. Sin embargo, según Daniel Yela, médico infectólogo de la Universidad Nacional, muchas personas no conocen los tratamientos diseñados para evitar el contagio o para tratarlo. Este especial multimedia, pretende informar sobre la ruta que debe realizar en caso de tener sospechas sobre un posible contagio. También, evidenciar el estado del VIH en Bogotá y las pruebas existentes para determinar si posee el virus.