Desde comentarios como “una mujer, ya perdimos” o “vete a hacer la cena”, hasta acoso sexual es lo que presencian las mujeres en los videojuegos en línea, un escenario opacado por el machismo y los insultos por su condición.
Renata, como cualquier otro día, prendió su consola para jugar Halo Reach, uno de sus videojuegos favoritos. Se conectó en partidas en línea con otras personas en internet, y encendió su micrófono para hablar con los demás jugadores, una costumbre que tenía al jugar. Pero esa costumbre terminó a causa de un hecho que aquel día cambió su forma de entretenerse en los videojuegos.
Apenas habló, un hombre empezó a lanzar comentarios "¿eso es una chica?", "Dios mío, una mujer". Ella no les prestó mucha importancia, hasta le parecía gracioso que se sorprendieron al escuchar a una mujer en un videojuego. Después de perder la partida contra el equipo donde estaba el hombre, sucedió lo incómodo: "El mismo chico que empezó a decir cosas porque era mujer me agregó y comenzó a enviarme mensajes como: '¿Te gustó como te la metí?', 'Ponte en 4 porque quiero tirar mi semen en tu boca y espalda después de tremendo cogidon que te metí'", asegura Renata.
Tenía 13 años cuando esto sucedió. La habían hecho sentir terrible. Fue tanto el impacto que tuvieron esos mensajes misóginos que hasta el día de hoy, a sus 22 años, por simple miedo e incomodidad a que vuelva a suceder, Renata no ha usado el micrófono para hablar en línea. Incluso usa usernames, es decir, los nombres para identificarse en las partidas, andróginos, lo que permite que no sepan si es hombre o mujer.
Al igual que la de Renata, son muchas las historias que evidencian cómo mujeres han sido atacadas verbalmente cuando juegan en línea, solo por la simple condición de ser mujeres. Con estereotipos de roles de género en los videojuegos, las muestran como el sexo débil o las que son torpes para jugar, haciendo énfasis en esa idea de que los videojuegos son cosas para hombres. Todos estos estereotipos que se crean y los prejuicios que se tienen alrededor de los roles que se tienen en los juegos son una puerta para acciones ya como el acoso sexual, como lo fue el caso de Renata.
La industria de los videojuegos, al ser una de las más rentables en el mundo, se ha destacado por sus inversiones y avances tecnológicos con el fin . Es gracias a estos avances de los últimos 50 años que surge la modalidad de videojuegos en línea, en los que millones de gamers se conectan en internet para jugar con otras personas alrededor del mundo en la consola que se requiera para esto, ya sea Xbox, Playstation o computador. Según un estudio realizado por Newzoo, un portal web dedicado a investigar estadísticas sobre videojuegos, en el 2019, en el mundo hay 1,200 millones de jugadores, de los cuales, las mujeres representan el 46%, casi la mitad.
Al ser una industria con millones de consumidores, son también muchas las mujeres que sienten gusto por los videojuegos. Nada más en Colombia, de las tres millones y medio de personas que juegan, casi la mitad son mujeres según un estudio realizado por Google en Colombia. Sin embargo, también es constante la discriminación, el acoso, la violencia verbal y psicológica contra ellas por su condición de género, conductas que suelen normalizarse en los videojuegos.
Es usual ver en juegos como Fortnite, Halo, Call of Duty, World of Warcraft, League of Legends y otros los constantes tipos de insultos, burlas y acoso hacia las jugadoras. Apenas son identificadas como mujeres, por sus nombres o al escuchar un tono de voz femenino, les llueven todo tipo de comentarios estereotipados en los roles de género. Por ejemplo, es frecuente escuchar burlas como "tu lugar es en la cocina" y "tú no sirves para esto, mejor ve y limpias la casa" o "ve y hazme algo de comer", según cuentan las gamers Ivon Saldaña y Judel Hioseb. Además, dentro de los videojuegos suele existir un rol llamado soporte o healer, varía dependiendo del videojuego, y muchas veces se cree que este es el que menos le aporta al equipo y por eso se suele decir que las mujeres solo saben jugar este rol y se crean estereotipos alrededor de este y se le llama el 'rol cocina'.
A estos tipos de comentarios se les consideran micromachismos, que es la naturalización del machismo a partir de conductas que a simple vista no se perciben como violentas. En los videojuegos en línea se representan en mensajes que aparentemente son en tono de broma, pero que de fondo tienen una intención de burla y discriminación. La socióloga Danghelly Zúñiga explica que "El micromachismo es la voz que se escucha, es el tipo que está diciendo 'vete a la cocina y ve a ser soporte'. Como es la única voz que se escucha entonces él va a seguir y va a seguir y mucho más a reproducir ese comportamiento.".
Estos micromachismos basados en el rol de género también pone a las mujeres como el sexo débil, a las que hay que proteger y ayudar para ganar. María Rodríguez, gamer de 25 años y que juega desde los 7, cuenta cómo una vez la subestimaron por el hecho de ser mujer, "una vez jugando un shooter comenzaron a decir que tenían que defenderme y terminé haciendo todo el trabajo yo sola porque a todos los mataban cada 5 segundos" comenta María.
Otro tipo de violencia a las mujeres en este entorno es el buitreo. Esta palabra coloquial se le atribuye al hecho de que una persona, hombre, en su mayoría de veces, coquetea intensamente con otra que muchas veces, no tiene confianza. En los videojuegos se ve cuando los hombres quieren una cercanía con las gamers que conocen en línea y que su contacto vaya más allá de jugar en línea.
El buitreo se puede dar por el hecho de que encontrar a una mujer jugando se percibe como algo particular, por lo que se cae en el deseo de buscar algo más que solo jugar en línea. Nao Nancy, gamer argentina de 15 años, relata cómo ha sido aguantar el buitreo en los 5 años que lleva en el mundo de los videojuegos: "Cuando alguno se entera que soy mujer ya empieza con sus boludeces tipo conquista. Te quieren buitrear, se enojan por qué 'tenes' novio o te gusta alguien y luego no te hablan. Ni te conocen y se ponen pesados (…) hasta a veces te tratan mal" dijo Nao.
Con tonos de disgusto, Nao Nancy cuenta lo molesto que es no poder jugar ni buscar amistades en línea sin que algunos hombres busquen algo más. "Yo desde comienzo les hablo amigablemente y aviso de que es amistad, no lo entienden y ya pretenden hasta venir a visitarme, termino ignorándolos porque no quiero nada más que jugar. Pero los hombres son así de estúpidos"cierra Nao Nancy.
En ocasiones más extremas, hay casos que los comentarios son fuertes, es decir, cargados en ocasiones con tonos amenazantes e intimidatorios. En los videojuegos se dan con ataques verbales contra las gamers, muchos de estos con mensajes misóginos o de alusión a violencia sexual, como le pasó a Renata.
Este tipo violencia hace que se sientan intimidadas e inseguras, y por esto toman otras medidas para evitar estos comentarios en juego, como le pasó a Tatiana Otalora "opte por cambiar mi nickname (tatiotalora) no solo porque me dejaran de molestar por ser chica, sino también para que empiecen a valorar más mi estilo de juego, y para evitar flameos por el simple hecho de ser mujer, ahora puedo decir que estoy feliz porque valoran más lo que hago pensando que soy hombre dentro del juego y me siento más tranquila" afirma.
Alejandra, de 21 años, o mejor conocida por su username ChoiSeungHyuk01 comenta como ha sido víctima de este tipo de violencia en sus casi 10 años de experiencia en los videojuegos."Estaba buscando un clan (equipo) y un tipo llegó prepotente a decirme qué porque me había salido de la cocina (...) su única condición para que entrara a su clan eran nudes (fotos o vídeos intímos) y cuando le contesté me dijo te hace falta una cogida' para ese momento ya varios chicos entraron a defenderme otros le seguían la broma al tipo"cuenta Alejandra.
Incluso, ha tenido casos más extremos con personas más cercanas en su experiencia de videojuegos en línea. Una vez notó que un amigo, también gamer, durante una partida se mostraba con mensajes machistas y cargados de violencia verbal y psicológica."…le quería contar algo y me decía 'Ah típica mujer que se hace víctima' 'Igual de tonta que todas las viejas' 'Por eso las matamos, por lo puta/zorra que son'" concluye Alejandra.
La psicóloga de deportes electrónicos, Sara Rueda Millán, justifica que estas conductas suelen ser adquiridas en los hogares. Es decir, son réplicas de un hogar que usualmente tiene ya sea un padre machista o un padre conservador. Desde su experiencia personal al trabajar como psicóloga en equipos profesionales de Colombia manifiesta que recibía maltrato verbal por parte de los jugadores, quienes buscan destacar entre sus compañeros y staff técnico al actuar de esta manera, y que también recibía acoso por parte de los entrenadores de otros equipos.
Así mismo, explica que estas conductas machistas dentro de los videojuegos puede generar rabia, enojo y frustración en las jugadoras. Esto las pone tensas y hace que pierdan la concentración en el juego y que sus neuronas bajen tanto serotonina como dopamina, haciendo que su estado de ánimo baje.
Para atender a esta situación, las compañías productoras de videojuegos tienen opciones para evitar agresiones contra las mujeres. Está silenciar a quien las acosa, bloquear sus mensajes o denunciar en caso de que se hagan mensajes o ataques verbales fuertes y amenazantes. Estas acciones la toman muchas veces gamers como Renata, para jugar tranquilas sin recibir mensajes acosadores ni agresivos.
No obstante, estas opciones no son una solución total de la problemática, pues no se piensa en las consecuencias que esto desencadena, como la inseguridad, temor y desánimo de las jugadoras al momento de jugar en línea. Además, a causa de la cantidad de consumidores que hay en los videojuegos, estas conductas de acoso y machismo se normalizan, donde la idea de que la mujer es el sexo débil y no es hábil para los videojuegos se mantiene. "En una naturalización del micromachismo si no hay una voz que detenga, o una voz que critique ese micro machismo, este se va a mantener y se va a hacer una bola de nieve cada vez más grande." bien explica la socióloga Danghelly Zúñiga.
Esto pasa desapercibido porque los agresores solo lo ven como simples chistes, y no se toman medidas más estrictas para acabar con el machismo y acoso en los videojuegos. Inclusive muchas gamers, como algunas de las mencionadas, ya ven estos comportamientos tan frecuentes que prefieren ignorarlos, silenciarlos y seguir jugando a pesar de que presencian las agresiones.