Alias Otoniel es el cabecilla máximo del Clan del Golfo, el grupo criminal más grande de Colombia y el que, durante los últimos años, ha controlado los mayores porcentajes de la droga que sale del país. Según la Policía Nacional, en solo un laboratorio de la estructura, se tenía la capacidad de producir alrededor de dos toneladas de cocaína al mes, lo que representa un valor de 1.900 millones de pesos colombianos. Dicha droga era sacada primordialmente a Estados Unidos y a Europa, además de consolidar una poderosa red de microtráfico en diferentes regiones del país.
‘Otoniel’, cuyo nombre real es Dairo Antonio Úsuga David, se convirtió en el narcotraficante más perseguido de la historia reciente y fue capturado en una operación coordinada por toda la Fuerza Pública.
Según el presidente Iván Duque, este ha sido “el golpe más duro que se le ha propinado al narcotráfico en este siglo en nuestro país”. De acuerdo con el mandatario, su captura es “comparable con la caída de Pablo Escobar en los años 90”.
Después de años de búsqueda, las autoridades dieron con el paradero del criminal entre los cerros Yoki y Cerro azul, en la vereda La Pita de Turbo, un municipio enterrado en el Urabá antioqueño.
¿Quién es 'Otoniel'?
Sobre Úsuga recaen 128 órdenes de captura por la comisión de diferentes delitos, entre ellos, homicidio, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, abusos sexuales, entre otros. Ha sido perseguido por el asesinato de policías, soldados, líderes sociales y por cometer los crímenes más graves como el reclutamiento forzado de menores y el abuso sexual de niños, niñas y adolescentes.
Tiene vigentes siete sentencias condenatorias y ocho medidas de aseguramiento, además de las circulares rojas y azules de la INTERPOL y la orden de extradición de los Estados Unidos, país que ofrecía 5 millones de dólares por información que condujera a su captura.
De acuerdo con la Presidencia de la República, a sus 16 años, el antioqueño ingresó a la guerrilla Ejército Popular de Liberación (EPL) y se formó con los ideales marxistas-leninistas-maoístas de la extinta organización. Allí adquirió conocimientos en el manejo de armas, del manejo de redes narcotraficantes y criminales en donde logró establecer, en poco tiempo, una red criminal que se dedicaría a la minería ilícita, la extorsión y el contrabando.
Después de que la guerrilla del M-19 se desmovilizó en el gobierno del presidente César Gaviria, los miembros del EPL decidieron negociar con el entonces presidente para reintegrarse a la vida civil y poder tener la oportunidad de hacer una política libre de armas.
Fue así como se firmó, el 15 de febrero de 1991, el pacto definitivo de desmovilización entre el EPL y el Gobierno nacional. En dicha firma se encontraba 'Otoniel', hasta que optó por seguir su camino en el mundo de la ilegalidad uniéndose a un grupo paramilitar: las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
La Presidencia aseguró que, tiempo después, 'Otoniel' se posicionó junto con su hermano, conocido como alias Giovanny, en otros grupos paramilitares por los Llanos Orientales, y se convirtieron en los principales lugartenientes del narcotraficante Daniel Rendón, alias Don Mario.
Cuando se desmovilizaron las AUC en el 2005, a los hermanos Úsuga los persiguió la ambición y los lujos hasta la captura de ‘Don Mario’ en el año 2009. El exjefe paramilitar y capo narcotraficante dejó su legado y fueron los hermanos Úsuga quienes heredaron toda la estructura organizada y narcotraficante, así como bienes y rutas de negocio criminal.
Mientras ‘Don Mario’ clamaba su inocencia en Estados Unidos, su organización criminal se consolidó con los dineros del narcotráfico y se convirtieron estos hermanos en uno de los mayores objetivos militares de Colombia y del mundo entero.
El gobierno colombiano ofreció una suma de hasta 3.000 millones por el paradero del criminal.
En el año 2012 fue abatido, en vísperas de Año Nuevo, el hermano de 'Otoniel', alias ‘Giovanny’ en un enfrentamiento entre los comandos Jungla de la Dirección de Antinarcóticos y miembros de la estructura criminal, en una finca en el municipio de Acandí (Chocó). Al mando de la organización quedó 'Otoniel', quien se encargó de evadir la justicia y sus perseguidores por muchos años.
Con 50 años, 'Otoniel' fue capturado tras años de esconderse y darse a la fuga. Tuvo estrategias poco convencionales y un tanto bizarras para lograr agazaparse.
Entre ellas, anduvo siempre con dos perros entrenados que le avisaban si alguien estaba cerca, y dos caballos para poder emprender la huida si llegaba a suceder algo.
Según la Policía Nacional, conocían hasta “qué comía”. El criminal no utilizaba medios tecnológicos para no ser rastreado y se comunicaba por grabadoras o memorias USB. Se escondía en la selva, en lugares poco frecuentados de las zonas rurales, donde la Policía identificaba que estuvo porque se allanaban los lugares junto con elementos costosos como bebidas, perfumes, pero sobretodo, por los tipos de colchones medicados que siempre se encontraban en cualquier lugar recóndito, porque sufre de molestias en una hernia de disco.
La Operación 'Osiris'
La operación de la Fuerza Pública 'Osiris' inició el 22 de octubre y constó de unos 800 soldados y 22 helicópteros. Dentro de ellos, murió el intendente de la Policía Edwin Guillermo Blanco, de 34 años, en el combate contra los integrantes del Clan del Golfo.
Como 'Otoniel' contaba con sus estrategias evasivas para no lograr ser capturado, la Fuerza Pública se filtró dentro de los anillos de seguridad del narco y estableció un perímetro de 3 kilómetros para emprender su búsqueda, hasta después de tenerlo rodeado.
El Director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas, mencionó que el helicóptero Halcón de la Policía Nacional ubicó al delincuente y a sus dos hombres de confianza con su cámara de calor hasta que empezó su persecución proseguida de su captura.
Y aunque ya empezó el trámite para extraditar a Úsuga David a Estados Unidos, la Fiscalía General de la Nación reveló que un equipo técnico de fiscales interrogará a 'Otoniel' antes de que se surta el trámite de expulsión al país norteamericano, para conocer la verdad de los hechos cometidos e intentar solventar las cuentas pendientes con Colombia. Gracias a los esfuerzos de la Fuerza Pública, hoy está tras las rejas el capo y narcotraficante más poderoso de los últimos tiempos en el país.